MANIFIESTO CASA PARA TODAS

CASA PARA TODAS, PAREMOS LA ESPECULACIÓN EN NUESTROS BARRIOS

Ante la perspectiva de aprobación de una nueva ley de vivienda estatal, desde la Oficina Popular de Vivienda de Valladolid consideramos necesario hacer un análisis estructural de la posición de la vivienda dentro del marco de la economía de mercado, así como situar sus problemáticas específicas en la ciudad de Valladolid.
La vivienda es para la clase obrera una condición necesaria para el desarrollo de la vida, sin embargo, para las clases propietarias es un medio de acumulación de capital; de hecho, en el actual paradigma socio-económico, la vivienda constituye un elemento determinante de estas dinámicas acumulativas.
Actualmente la acumulación de capital se estructura de modo que el saqueo a la clase obrera se materializa principalmente en la imposición de la renta en la vivienda principal. El sector inmobiliario obtiene grandes beneficios de la construcción y rehabilitación de viviendas, proceso que se ha visto facilitado por unas políticas estatales que responden a los intereses del sector de la construcción y su capital financiero, y que nada tiene que ver con las necesidades habitacionales de la clase obrera.
De lo anteriormente mencionado se sigue que, mientras la vivienda sea un bien de mercado, será un instrumento dedicado a la extracción de rentas en perjuicio de las necesidades de uso de la clase obrera, además de reproducir las dinámicas especulativas y la violencia que implica que un bien básico para la vida sea una mercancía.
Siendo conscientes de que actualmente no existe una correlación de fuerzas suficiente para que la vivienda deje de ser un bien de mercado y dejando muy claro que este es nuestro objetivo último, exigimos con este documento que se tomen algunas medidas fácilmente realizables por parte de la administración para avanzar en esa dirección.
Las políticas de vivienda estatales se centran en las necesidades de vivienda de las grandes ciudades, donde el conflicto entre la mercantilización de la vivienda y la vida de las obreras se ha mostrado más claramente, obviando las necesidades de las poblaciones como Valladolid, que aunque no deja de sufrir algunas de las situaciones de estas grandes ciudades, tienen una problemática de vivienda propia.
Una de las particularidades centrales de la problemática de vivienda de este territorio es que desde hace décadas se encuentra inmerso en un proceso de pérdida de población. Esto choca frontalmente con las dinámicas de crecimiento urbano y con las políticas estatales de vivienda, muy enfocadas a sostener al sector inmobiliario fomentando la construcción infinita de viviendas, algo totalmente innecesario desde el punto de vista de las necesidades sociales de vivienda y más en un municipio de estas características.
Estas políticas, no obstante, se reproducen en la administración local como muestra el nuevo plan de vivienda de Valladolid 2021-2025 (en proceso de aprobación), donde se prevé la construcción de 2269 viviendas sólo en el desarrollo de nuevos sectores gestionados por el Ayuntamiento. Sin embargo, según cálculos del propio Ayuntamiento, hay entre 17.000 y 25.000 viviendas vacías en la ciudad. Los programas que ofrecen beneficios a los propietarios no están consiguiendo movilizar una cantidad sustancial de vivienda vacía (como es su objetivo). Esto ofrece la conclusión de que las estrategias para abordar el problema de las viviendas vacías deberían dejar de tratar de jugar con las reglas del mercado inmobiliario y empezar a proponer intervenir el mercado. Las problemáticas de Valladolid muestran similitudes con algunas de las que se manifiestan en ciudades como Madrid: en Valladolid en 2019, según el CGPJ, hubo un proceso de desahucio por cada 1457 personas y en Madrid uno cada 1208 personas.
Las competencias de vivienda en el estado español están repartidas entre los diferentes niveles administrativos: estado, comunidades autónomas y ayuntamientos. Son los ayuntamientos los que en última instancia desarrollan las políticas de vivienda, por ello es a la administración local a la que presentamos nuestras reivindicaciones en materia de vivienda. Les instamos a llegar hasta el límite del marco legal de la comunidad autónoma o del estado y a presionar a estas instituciones para que desarrollen políticas que se ajusten a los intereses de la clase obrera.
En la línea de lo anteriormente tratado, planteamos las siguientes medidas:
-Utilizar las herramientas legales del ayuntamiento para expropiar viviendas a los grandes tenedores como bancos y fondos de inversión e incluirlas en el parque público de vivienda.
-Abordar de forma integral el sinhogarismo, sabiendo que en Valladolid es un problema perfectamente solventable con relativamente pocos recursos, que el albergue municipal no es una alternativa habitacional y contando con las necesidades y reclamaciones de las personas que actualmente viven en la calle.
– Destinar los recursos necesarios para la consolidación de un parque público de vivienda que permita atender a las necesidades de las miles de solicitudes que se han presentado al ayuntamiento para optar a una vivienda protegida en régimen de alquiler.
-No comprar viviendas de la SAREB, puesto que estas viviendas ya han sido pagadas con dinero público e instar al gobierno estatal a crear con ellas un parque público de vivienda.
-Comprometerse a instar formalmente al gobierno a regular los precios del alquiler en todo el territorio y no solo en las zonas tensionadas.

Desahuciadas sin alternativa, organizadas por la vivienda

El pasado martes 22 de septiembre María Isabel, con una discapacidad acreditada del 66%, es desahuciada junto a su marido, Roberto, y su hijo, Óscar, del piso en el que llevaban viviendo 7 años. La policía ejecuta el desahucio a pesar de que existe una vulnerabilidad acreditada por los servicios sociales y no se les ofrece ninguna alternativa habitacional.

En otoño de 2019, tras 7 años en la vivienda, los propietarios comienzan un proceso judicial con motivo del impago de 2 meses debido al retraso en la concesión de una ayuda por discapacidad. A pesar de las propuestas de Roberto y María Isabel para pagar los 2 meses de alquiler que debían, los propietarios se niegan a negociar remitiéndolos a su abogado, con quien no pudieron contactar.

La siguiente noticia que recibe la familia es el fallo de un juicio al que les fue imposible presentarse porque las notificaciones judiciales estaban llegando a una dirección incorrecta. El fallo decreta el desahucio, a pesar de la precariedad económica de la familia, la discapacidad de María Isabel y la presencia de un menor a su cargo.

La primera fecha de lanzamiento del desahucio es el día 26 de marzo de 2020, que se suspende temporalmente a causa de la situación provocada por la pandemia del Covid-19. A pesar de las reiteradas declaraciones públicas por parte del gobierno progresista del estado español, en las que mostraron su preocupación y compromiso con los sectores más vulnerables de la población, el día después de la finalización del estado de alarma, a María Isabel y Roberto se les notifica una nueva fecha de desahucio fijada para el 22 de septiembre de 2020.

Ese día a las 10:00 de la mañana se presenta la comitiva judicial en la dirección incorrecta, siendo el propio Roberto el que les informa de que es su casa a la que se refiere la orden judicial y no la de la vecina, a donde se dirigían. Le informan de que coja lo imprescindible y desenchufan la máquina de María Isabel, dejándola sin asistencia respiratoria durante el tiempo que dura el desahucio.

Sin alternativa habitacional y con una persona afectada por una enfermedad respiratoria de carácter crónico que constituye un grupo de alto riesgo frente al coronavirus, se dirigen al albergue municipal. Allí les informan de que el albergue cierra de 12:30 a 16:30, por lo que tienen que esperan durante 6 horas, tiempo durante el cual María Isabel depende de un respirador asistido con una autonomía de solo 2 horas. Tras la espera, las trabajadoras del albergue, viendo la situación de extrema vulnerabilidad a causa de la patología de María Isabel, deciden que el albergue no es un espacio viable para la familia y resuelven que se les dé alojamiento en una pensión hasta el lunes 28 de septiembre; pasado mañana.

Al no poder recoger sus pertenencias el día del desahucio, un mando de la policía municipal les asegura que el viernes 25 de septiembre tendrán 2 horas para recogerlas y que ésto quedará reflejado en el informe, del cual no se les da copia. Cuando ese día Roberto y su hijo Óscar van, les espera a la puerta de su antiguo hogar un dispositivo de la policía municipal que, contraviniendo lo dispuesto por su propio mando el día del desahucio, no les deja más de cinco minutos para recoger todas las pertenencias acumuladas durante 7 años.

Ante esta situación, la Oficina Popular de Vivienda nos personamos en apoyo a la familia con la intención de que pudieran recuperar todos sus efectos personales. Un desproporcionado dispositivo policial hace caso omiso tanto a las peticiones de Roberto como a las realizadas desde la Oficina. Como resultado, la gran mayoría de sus cosas se quedaron en el piso.

Desde la Oficina Popular de Vivienda de Valladolid nos posicionamos frontalmente en contra del desahucio, más aún teniendo en cuenta la situación de vulnerabilidad económica y de riesgo sanitario en la que se encuentra la familia.

Nos parece evidente que una vez más el derecho a una vivienda digna se ha visto sometido al beneficio económico de los propietarios, dado se ha utilizado un impago de dos meses para justificar un desahucio que tenía como objetivo permitir la puesta a la venta del piso, como se recoge en las declaraciones incluidas en el auto judicial.

La vivienda es una necesidad básica que no esta siendo satisfecha, lo que nos obliga a organizarnos para poder suplir a una administración pública fallida que rehuye sus obligaciones para con las personas más precarias, centrándose en mantener los privilegios de las élites, mientras se financia a base de los impuestos que recaen mayoritariamente sobre la clase trabajadora.

En Valladolid quienes tienen las competencias para intervenir en este tipo de situaciones son el Ayuntamiento y los servicios sociales. Pero cabe recordar que pese al mal funcionamiento de los servicios sociales no debemos culpar a sus trabajadoras, sino a la clamorosa falta de recursos con la que se ven obligadas a trabajar a causa de las políticas públicas de las instituciones.

El equipo de gobierno de Óscar Puente obtiene rédito político de mantener un discurso sensible con la precariedad, pero que no se materializa en políticas públicas que atajen estas situaciones, más allá de un albergue 24 horas que no acaba de terminarse, impasible y ajeno al hecho de que la rueda del capitalismo sigue girando por encima de familias como la de Roberto y María Isabel, sin detenerse siquiera ante las consecuencias de una pandemia.

No encontramos mejores palabras que las del propio Roberto para definir la situación actual de la vivienda : “Luego dicen que en un año no has encontrado casa, pues no he encontrado. Casas hay miles pero yo no puedo pagarlas”

Desde la Oficina Popular de Vivienda exigimos al ayuntamiento de Óscar Puente una alternativa habitacional válida y estable para María Isabel, Roberto y Óscar.

La modificación de la ley de urbanismo de Castilla y León posibilita el alquiler y venta de viviendas que no cumplen los requisitos mínimos de habitabilidad

Tras reunirse con la patronal de la construcción de Castilla y León, el consejero de fomento y medio ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, anunció que su consejería estaba estudiando la modificación de la ley de urbanismo para eliminar procedimientos administrativos y así eliminar restricciones a la promoción inmobiliaria.

El viernes 19 de junio de 2019 se ha publicado en el BOCYL un decreto-ley (http://bocyl.jcyl.es/html/2020/06/19/html/BOCYL-D-19062020-2.do) que pretende que para que las empresas se vuelvan a poner en funcionamiento, o más bien se recuperen tras el parón del COVID-19, se lleve a cabo una desregulación de diversos mercados. Este decreto “de impulso y simplificación de la actividad administrativa para el fomento de la reactivación productiva en Castilla y León” afecta a cuestiones diferentes como la protección ambiental, la producción eléctrica o el urbanismo. Esta última es la que más nos afecta como colectivo de vivienda, aunque no dejamos de mostrar nuestra preocupación por las medidas adoptadas en otros ámbitos y la solidaridad con las personas que se vean afectadas.

La modificación de la ley de urbanismo se lleva a cabo en sintonía con las modificaciones ya ejecutadas de la legislación en materia de urbanismo en Madrid, Murcia y Andalucía, donde la desregulación en lo tocante a la urbanización del territorio ha sido especialmente severa y cuyas consecuencias pueden ser especialmente perniciosas en la línea de la destrucción salvaje del territorio que se produjo en el periodo pre-crisis 2008 posibilitada por la ley de suelo del gobierno Aznar de 1999.

El principal contenido de esta desregulación es el cambio en el proceso de obtención de la licencia de primera ocupación de una vivienda, que pasaría de ser una licencia propiamente dicha, con sus controles e inspecciones por parte del ayuntamiento correspondiente a una declaración responsable en la que el promotor afirma estar en situación de obtener dicha licencia. Esto se materializa legalmente dentro del citado decreto en la modificación del artículo 97 y 105 bis de la ley de urbanismo de Castilla y León. Este cambio, que se presenta por parte de la patronal y la Junta como una simplificación burocrática supone un cambio cualitativo en las condiciones de vivienda y no solo una agilización de trámites como pretenden.

El decreto en el que esto se enmarca está destinado a posibilitar legalmente que las empresas de determinados sectores productivos aumenten sus beneficios, por tanto nos hacemos la pregunta: ¿Cómo contribuye esta medida a que las promotoras y constructoras de vivienda aumenten sus beneficios? La respuesta que encontramos es que estos beneficios se van a aumentar a costa de la calidad y habitabilidad de las viviendas, porque la cédula de habitabilidad se va a obtener simplemente declarando que estás en las condidiones de obtenerla. Teniendo en cuenta que la manera de proyectar edificios de viviendas es buscando extraer la mayor rentabilidad posible al dinero invertido en su construcción, podemos adelantar que esto posibilita que los promotores decidan construir un mayor número de viviendas que las previstas en proyecto para aumentar sus beneficios, aunque estas viviendas no cumplan unas mínimas dimensiones o cualidades y encontremos situaciones como que haya habitaciones sin ventanas, que haya pasos menores de 60 cm, que los techos sean demasiado bajos, o que reduzcan sus calidades hasta hacerlas insalubres o inhabitables. El que se convierta esta licencia en una declaración responsable no desregula completamente esta cuestión, pero en la práctica supone convertir la cuestión de la dignidad de la vivienda en un política de hechos consumados en la que se juzga un inmueble que ya está construido y en el que ya vive gente, lo que dificulta la reversión de las cualidades perniciosas.

La licencia de primera ocupación no es un trámite burocrático para que la administración controle a las promotoras, sino para proteger al usuario de los intereses de estas, por lo que esta modificación legislativa afecta y desampara a los habitantes de las viviendas (sean propietarios o inquilinos) permitiendo que las condiciones dignas de vivienda de estos se subordinen a las necesidades del capital.

Este miércoles este decreto de la junta ha de ser ratificado en las cortes de Castilla y León, por lo que instamos a los grupos parlamentarios a desestimar esta medida que puede ser tan perniciosa para las condiciones de vivienda. Asimismo recordamos que este decreto incluye otras medidas perjudiciales como la eliminación de la licencia ambiental, lo que permite que las fábricas y ganaderías se instalen con lo que esto conlleva en términos de calidad de vida para la vecindad sin nigún tipo de diálogo social, según denuncia ecologistas en acción (https://www.ecologistasenaccion.org/146703/con-la-excusa-de-la-covid-la-junta-suprime-la-licencia-ambiental-en-castilla-y-leon/).

 

Regularización YA

Desde la Oficina Popular de Vivienda de Valladolid nos sumanos a la campaña Regularización Ya promovida por diversos colectivos antirracistas de todo el Estado, que tiene como finalidad la regularización de todas las personas en el Estado Español.

Ya añadíamos en un post reciente que las medidas actuales del Gobierno dejan en una situación de desprotección total a todas las personas que no tienen papeles, ya que no se pueden acoger a ellas. Para las personas en situación irregular, además, la violencia institucional se une a la violencia de los caseros, que en muchas ocasiones amenazan a les inquilines sin papeles ni contrato con llamar a la policía, con el riesgo de detención que esto supone para estas personas. Así, muchas se están viendo en la calle, sin trabajo ni dinero, y con escasas posibilidades de encontrar una alternativa habitacional en estos tiempos de pandemia.

Por eso nos sumamos a las reivindicaciones de la campaña #RegularizaciónYA que exige:

  1. Regularización amplia y extraordinaria de todas las personas migrantes que viven en territorio español, independientemente de los requisitos que impone la Ley de Extranjería.
  1. Resolución favorable e inmediata de todas las solicitudes y expedientes de asilo y refugio.
  1. Para la consecución de esta regularización extraordinaria, el Gobierno debe de asegurar  procedimientos y medios administrativos expeditos para la tramitación y resolución de estos expedientes.
  1. Priorizar el derecho a la vida familiar y el interés superior del menor en todos trámites de regularización familiar, sin supeditarse a ningún requisito administrativo.
  1. Liberación inmediata de todas las personas internas en CIEs y CETIs de Ceuta y Melilla, anulación de todos los expedientes de deportación y agilización de los laisse-passez y, por último, cierre definitivo y permanente de estos centros.
  1. Sanciones efectivas y eliminación de todo tipo de acción policial y de seguridad discriminatoria, basada en la identificación por perfil étnico.
  1. Para la infancia/juventud migrante sin referentes adultos en el Estado español: sustento económico y apoyo socio-educativo en la transición hacia la autonomía en la vida adulta, una vez cumplida la mayoría de edad. Adjudicación retroactiva de la residencia con trabajo desde la fecha inicial de la declaración de desamparo en caso de no haberse regularizado al cumplir los 18 años.

¡Nace la Oficina Popular de Vivienda de Valladolid!

Nos complace mucho anunciar el nacimiento de la Oficina Popular de Vivienda de Valladolid, un colectivo centrado en la lucha por unas condiciones de vivienda digna, la reivindicación de nuestros derechos habitacionales y toda la problemática que se desarrolla alrededor de las condiciones de habitación.

¿Quiénes somos?

La Oficina Popular de Vivienda de Valladolid está formada por un grupo de personas del CSA La Ortiga (c/ Vizcaya, 1) que llevamos trabajando unos meses con el objetivo de impulsar la lucha por unas condiciones de vivienda digna.

La oficina se define como horizontal, asamblearia, autónoma y autogestionaria, en solidaridad con otras opresiones: antiespecismo, anticapitalismo, ecologismo, transfeminismo, antifascismo, antirracismo, anticapacitismo, y de defensa de los valores de la libertad, la diversidad y la lucha contra toda opresión y autoridad, comprometiéndose a integrarlas en sus prácticas.

Tiene como objetivo garantizar unas condiciones de vivienda digna para todas las personas. Entendemos que el hogar es un derecho fundamental, por lo que luchamos contra los desahucios, los alquileres abusivos, los cortes de suministro y la especulación, buscando soluciones colectivas y apostando por la solidaridad y el apoyo mutuo.

¿A quién va dirigido?

Esta oficina nace para reivindicar nuestros derechos habitacionales, sin importar nuestra situación legal (inquilines, hipotecades, precaristas, etc.).

¿Por qué ahora?

Pensamos que la actual situación derivada de la crisis sanitaria que está teniendo lugar en todo el Estado Español va a afectar de forma específica a las condiciones de vivienda, por lo que hemos decidido comenzar ahora nuestra actividad pública.

¿Qué medidas vamos a adoptar para afrontar esta situación?

Vamos a hacer frente a la situación, buscando soluciones colectivas para intentar abordar las necesidades y problemáticas actuales, apostando por la solidaridad y el apoyo mutuo.

Por ello hemos decidido sumarnos a la convocatoria de huelga estatal de alquileres del 1 de abril convocada por el Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria y secundada por gran número de sindicatos y colectivos de vivienda de todo el Estado.

Para más información:

Convocatoria de la Huelga de Alquileres: https://sindicatodeinquilinasgc.noblogs.org/2020/03/23/convocatoria-de-huelga-de-alquileres-1-de-abril/Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria

Web con información y formularios sobre cómo secundar la huelga: https://suspensionalquileres.org